Carlos Armando Lazo García
El siguiente artículo fue publicado en aporrea.org el 4 de marzo de 2013, un día antes de fallecer el comandante Hugo Chávez
En la economía venezolana, las importaciones de bienes intermedios, materias primas, y demás bienes necesarios para la industria, constituyen no solo una porción sustancial de los costos de producción de las empresas venezolanas sino que también la maquinaria y equipo necesaria para la constitución de empresas, para la inversión, dependen en su totalidad de la importación, lo que ha caracterizado a la economía venezolana como una economía dependiente y neocolonial, con un desarrollo prácticamente nulo de ciencia y tecnología para el desarrollo industrial, lo que pone en evidencia a una burguesía atrasada y degenerada dependiente ideológicamente de la burguesía imperialista, que prefiere comprarle a la burguesía internacional a desarrollar nuevos productos y nuevos materiales en Venezuela.
En consecuencia, cuando el ajuste cambiario resulta en una devaluación, lo que significa que hay que pagar más bolívares por cada dólar de lo que el día anterior se pagaba, el ajuste del tipo de cambio eleva el costo de las importaciones generando un incremento generalizado de los precios que, en relación con los sueldos y salarios temporalmente fijos, nos conduce necesariamente a que la distribución del ingreso se modificará a favor de los perceptores de beneficios, los empresarios. El ingreso por concepto de sueldos y salarios se distribuirá en su mayor parte en gastos alimenticios y disminuirá la demanda hacia el resto de las mercancías. En consecuencia, disminuiría la demanda.
En caso del gobierno, como lo han dicho sus voceros incrementará los dineros al fisco nacional con lo cual la política social, no será afectada con la devaluación. Supuestamente beneficiará al ahorro externo, porque tenderá a disminuir las importaciones y tenderán a incrementarse las exportaciones.
Si revisamos las cifras de importaciones, estas varían en función de las exportaciones totales del Estado, petroleras y no petroleras, y no de la tasa de cambio o de las necesidades de importación de la empresa privada.
Exportaciones totales del estado 1999-2012 (Fuente INE)
1999 17.511
2000 28.156
2001 21.598
2002 20.223
2003 19.845
2004 29.413
2005 41.414
2006 49.956
2007 53.728
2008 91.087
2009 55.869
2010 64.087
2011 90.680
2012 71.431
Importaciones Privadas 1999-2012
1999 12.112
2000 13.996
2001 16.428
2002 11.173
2003 7.819
2004 14.185
2005 20.230
2006 27.464
2007 37.637
2008 38.736
2009 29.311
2010 25.179
2011 29.854
2012 25.404
En el caso de las exportaciones privadas de bienes, éstas han disminuido a través del tiempo, a pesar de las 5 devaluaciones que han ocurrido en los 14 años de gobierno bolivariano, lo cual demuestra que no existe ninguna relación entre las devaluaciones y las exportaciones, no es verdad que la devaluación aumenta la competitividad de las mercancías no tradicionales de la empresa privada.
Exportaciones Privadas 1999-2012
1999 3.137
2000 4.170
2001 3.633
2002 4.042
2003 4.091
2004 5.338
2005 5.606
2006 5.587
2007 5.264
2008 3.934
2009 1.734
2010 1.658
2011 2.131
2012 1.224
Exportaciones totales del estado 1999-2012
1999 17.511
2000 28.156
2001 21.598
2002 20.223
2003 19.845
2004 29.413
2005 41.414
2006 49.956
2007 53.728
2008 91.087
2009 55.869
2010 64.087
2011 90.680
2012 71.431
Si comparamos las exportaciones privadas con las públicas, podemos inferir, que una de las razones de la voracidad de dólares por parte de la empresa privada es cada vez mayor porque su capacidad para exportar va siendo menor a través del tiempo. En consecuencia, la demanda de dólares por parte de la empresa privada, dependerá del volumen de dólares, producto de la exportación petrolera del Estado y no de las necesidades de importación real de la empresa privada.
Esto ha quedado demostrado por:
1. a través de la estafa al SITME, (según artículos en aporrea llegan a ser 22.000 MM de $)
2. mucho de los dólares proporcionados por CADIVI eran utilizados para especular en el mercado negro, engañando al Estado pues no traían las mercancías declaradas.
En consecuencia los precios de las mercancías son fijados tomando como base al dólar especulativo, como ha ocurrido desde 1983, el mercado paralelo legal o no, es el que fija los precios de la economía, en la IV y en la V.
Esta voracidad delincuencial de las empresas de la burguesía, nos muestra como a pesar de la debilidad de la economía privada en comparación con la economía del Estado, ésta impone a través de la especulación, la devaluación, impactando los costos de los bienes importados, con lo cual, el empresario aumenta sus precios, incrementando sus ganancia y su patrimonio por dos vías:
1. por el aumento de sus utilidades y
2. por la aplicación del Ajuste Por Inflación (API) procedimiento mediante el cual, el SENIAT les proporciona la posibilidad legal de aumentar su patrimonio en el monto de la inflación, con la aplicación del artículo 173 parágrafo segundo de la Ley de Impuesto Sobre la Renta.
Recordemos:
La Ley de Impuesto sobre la Renta, aparte de la apropiación de las prestaciones sociales de los trabajadores por parte de la burguesía, (Petkof-Caldera), es otra de las conquistas de la burguesía en la legislación venezolana. A través de ese instrumento logró, durante el gobierno de CAP II, que se les disminuya el impuesto sobre la renta del 50% a las grandes ganancias al 34 % como lo es hoy en día en la V República, y se introdujera el IVA para que el ciudadano común pague lo que dejaron de pagar las empresas de la burguesía. Además, se crea el mecanismo de protección, de los activos y pasivos de los empresarios, de la inflación, mecanismo que deja inermes a los que viven de sueldos y salarios que no tienen mecanismos de protección contra la inflación.
En el artículo 173 parágrafo segundo de la Ley de Impuesto Sobre la Renta se lee: Se consideran como activos y pasivos no monetarios, aquellas partidas del Balance General Histórico del Contribuyente que por su naturaleza o características son susceptibles de protegerse de la inflación, tales como: los inventarios, mercancías en tránsito, activos fijos, edificios, terrenos, maquinarias, mobiliarios, equipos, construcciones en proceso, inversiones permanentes, inversiones convertibles en acciones, cargos y créditos diferidos y activos intangibles.
Esta conquista de la burguesía en la legislación tributaria y las medidas del FMI, se aplicaron después de la represión brutal del 27 de febrero. Esta protección de los activos empresariales de la inflación, aunado a la tasa impositiva del 34 % para las grandes ganancias y al IVA, hizo que el impuesto sobre la renta se transformara en un impuesto donde los que más ganan son los que menos pagan (regresivo).
Estas conquistas de la burguesía no han sido modificadas en la V República a pesar de haber tenido una Asamblea Nacional roja rojita durante 5 años, y también a pesar de que el artículo 316 de la Constitución Nacional consagra la progresividad de los impuestos: El sistema tributario procurará la justa distribución de las cargas públicas según la capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al principio de progresividad, así como la protección de la economía nacional y la elevación del nivel de vida de la población; para ello se sustentará en un sistema eficiente para la recaudación de los tributos.
Mientras la Asamblea Nacional no modifique la Ley de Impuesto sobre la Renta y elimine la grosera protección neoliberal al negocio de los empresarios, de la inflación, seguiremos generando el ciclo, devaluación-inflación-inflación-devaluación, ya que los empresarios pueden aumentar los precios de manera prácticamente indefinida, porque están protegidos de la inflación y el impuesto sobre la renta es regresivo. Este triunfo de la burguesía pro imperialista con más de 400 mil millones de dólares en el exterior, que logró en la década de los 90s sobre la base de la represión brutal y genocida con más de 4.000 muertos, determina prácticamente la política monetaria y cambiaria.
Si a la legislación fiscal regresiva, le agregamos que nuestros economistas siguen pensando bajo las premisas teóricas de la economía burguesa en relación al tema, eso de que la devaluación:
a) aumenta la competitividad de las exportaciones no petroleras,
b) disminuyen las importaciones,
c) estimulan la sustitución de importaciones, etc.
Lo que hacemos es encubrir la estafa que acaba de ejecutar la burguesía venezolana para apropiarse de manera ilegal del excedente petrolero, fundamento de la lucha de irreconciliable entre la burguesía y los trabajadores, fortaleciendo al capitalismo en detrimento del avance de la construcción del socialismo. (sí teoría economía burguesa, teoría que especifica las condiciones o equilibrios macroeconómicas, para maximizar la acumulación de la burguesía, la explotación del hombre por el hombre).
Así lo hicieron en décadas pasadas, en el artículo publicado por el Centro Gumilla titulado El verdadero origen de la deuda, el Dr.Miguel Rodríguez ex ministro de planificación de Carlos Andrés Pérez señala: La gran falacia en el caso de la deuda externa venezolana es el señalamiento de que el origen de nuestra deuda externa radicó en el exceso de gasto público y en especial el exceso de inversión en el sector de las empresas del Estado no petroleras...la contrapartida de nuestra enorme deuda externa venezolana no son ni excesivas inversiones ni gasto público, sino activos denominados en dólares del sector privado en el exterior. Nuestro interés en este breve artículo es explicarle al país el verdadero origen macroeconómico de la injustificable deuda externa venezolana, y advertirle que el servicio de la deuda bajo cualquier condición factible de refinanciamiento, no es sino un mecanismo de redistribución regresiva del ingreso hacia los sectores mas acaudalados que poseen activos financieros y no financieros en el exterior.(el subrayado es nuestro)
Esto significó la transferencia perversa de dólares, producto de la exportación petrolera de PDVSA, hacia la burguesía venezolana. Miguel Rodríguez lo denuncia en la década del 80 y en la década de los 90 diseña la política de ajustes macroeconómicos del FMI que constituyeron un mecanismo de redistribución regresiva del ingreso hacia los sectores mas acaudalados que poseen activos financieros y no financieros en el exterior, como él lo había advertido a la nación en la década anterior.
Todas las justificaciones han resultado en un grupo de falacias neocoloniales, que constituyen una especie de Quinta Columna Ideológicaque se desliza peligrosamente, en la V República, con apariencia de ciencia y técnica, que sirven de base a los modelos de la teoría económica burguesa, que solo contribuyen al debilitamiento de la construcción socialista. Además, en el mediano plazo, pueden erosionar las bases mismas del financiamiento a las misiones sociales y al resto de las medidas de política social, como se puso al descubierto con esta devaluación.
Esta conquista de la burguesía, como hemos estado diciendo, se prolongan en la V República, como si fuera socialista y creemos que con estas medias se fortalece la economía, sí, se fortalece el sector capitalista neocolonial y avanza el capital transnacional, que compite con las incipientes empresas de carácter social y popular. Esta es una de las principales contradicciones de la Revolución Bolivariana.
Además, si investigamos acerca del origen de esta política devaluacionista nos encontramos que está enclavada en el combate de la burguesía imperialista contra los trabajadores por el año 1929. En vista de que los trabajadores se negaban a ajustar los salarios a la baja los gobiernos optaron por la devaluación, como lo señaló Ludwig von Mises, economista de la burguesía, ...ni los gobiernos ni los defensores literarios de su política eran lo suficientemente francos como para admitir abiertamente que uno de los principales propósitos de la devaluación era una reducción del nivel de los salarios reales. Preferían en su mayor parte describir el objetivo de la devaluación como la eliminación de un supuesto desequilibrio fundamental entre el nivel nacional e internacional de los precios.
No nos engañemos. Si seguimos razonando desde la perspectiva de la lógica del capital y no desde la perspectiva de los intereses de los trabajadores y del pueblo en general no propietario de los medios de producción, seguiremos estimulando la ideología capitalista y la explotación del hombre por el hombre y nunca construiremos el socialismo, tal es el peligro de la Quinta Columna Ideológica, verdadera enemiga de la revolución.
En consecuencia, es necesario controlar el excedente social. Es necesario, responder a la guerra económica de la burguesía, con la guerra económica de los trabajadores. Con la modificación del impuesto sobre la renta, hacerlo progresivo como lo señala la Constitución, eliminación del Ajuste Por Inflación (API) y del IVA, la nacionalización de la banca y los grandes grupos económicos. Desechar la lógica del capital para el análisis y la formulación de políticas económicas en la revolución socialista. Salvemos la revolución.
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